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El aire presente en el espacio superior de las botellas aporta más del 60% del oxígeno introducido durante el proceso de embotellado. Garantizar una inertización eficaz de este espacio es fundamental para mantener la calidad y la longevidad de los vinos, especialmente cuando se utilizan tapones de rosca, ya que el volumen del espacio de cabeza es de 2-3 veces mayor que con los tapones cilíndricos.

Características principales

Nomaline garantiza una inertización efectiva gracias a un innovador modelo basado en vórtices, respaldado por una doble inyección de gas inerte para minimizar el contenido de oxígeno en el espacio de cabeza (HSO).

El sistema permite ajustar con precisión los niveles de inertización en el cuello de la botella y en el tapón de rosca, gracias al uso de ajustes separados para cada recorrido.

A diferencia de los sistemas de distribución continua de gas, Nomaline inyecta gas inerte sólo cuando se detecta la botella, lo que reduce significativamente el consumo de gas.

El sistema se adapta a la mayoría de las líneas de embotellado actuales con velocidades de hasta 12.000 botellas por hora, modernizando de manera eficiente los sistemas sin inertización existentes.